Treparriscos
Ganado trashumante
En los roquedos se desarrolla una comunidad vegetal peculiar, en la que los
líquenes predominan sobre otros grupos vegetales gracias a la singular simbiosis
entre un alga y un hongo, una asociación natural en la que cada uno aporta al otro
aquello que necesita para que ambas partes puedan sobrevivir. Los líquenes y
también los musgos tapizan y tiñen de colores llamativos la roca caliza, pero entre
las grietas y fisuras llega a acumularse algo de suelo que posibilita la aparición de
plantas superiores como las rompepiedras, del género
Saxifraga
, o el pampajarito,
también llamado pan de cuco, del género
Sedum
, que hacen frente a la sequía
de la pared y a la escasez de suelo con largas raíces que penetran en la
más mínima hendidura y hojas carnosas que acumulan agua.
Las paredes calizas, desnudas, de las hoces de Vegacervera
y de las cercanas hoces de Valdeteja constituyen también el
hábitat de un ave muy característica de la alta montaña
leonesa, el treparriscos, que encuentra en
las fisuras de la roca todo lo necesario
para completar su ciclo vital: desde insec-
tos con los que alimentarse, a buenos refugios
donde ubicar su nido. El proceso evolutivo
ha conferido al treparriscos varias adap-
taciones anatómicas sorprendentes: su
plumaje gris críptico es perfecto
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