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¿QUIÉN SE LA QUEDA?
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Muchos juegos nacieron en los escasos momentos de descanso que se permitían los ve-
cinos en las largas jornadas de trabajo. Por eso, en muchos se empleaban elementos o
herramientas propias de algún oficio. A ver si puedes relacionar el nombre del juego con la
descripción de cómo se juega y el oficio de quienes empezaron a practicarlo:
Haz tu propia lista de juegos y deportes tradicionales, pero no dejes de incluir también: la
rana, la tarusa o tanga, las chapas, las canicas, la rayuela, el trompo o piuca, las tabas o
la bigarda. Puedes ponerte de acuerdo con tus compañeros/as para hacer grupos y averi-
guar cómo se jugaba a todas estas cosas. ¿Crees que en tu casa habrá alguien que haya
jugado alguna vez a alguno de estos juegos?
Algunos juegos son de habilidad, otros de resistencia, otros de estrategia y de colabo-
ración en equipo… Pero todos reflejan los valores, la forma de vida y el carácter de las
gentes de Cuato Valles. Son parte importante del patrimonio cultural de sus comaras.
La monterilla
Herreros y
forjadores
Pastores
Agricultores
Molineros
La herradura
La barra
La calva y
sus variantes
Consiste en lanzar una herradura inten-
tando alcanzar desde una distancia de
12 metros una barra clavada vertical-
mente en el suelo.
Consiste en lanzar el “marro” hecho de
piedra o hierro, para derribar la “calva”,
que podía ser una piedra o un palo con
varias ramas con que se apoyaba en el
suelo para mantenerse de pie.
Los jugadores tratan de lanzar su cacha-
va lo más cerca posible de una boina o
montera previamente lanzada a lo lejos.
Los jugadores lanzaban la pesada barra
de hierro usada para mover la piedra del
molino tan lejos como fuese posible