

La vida en concejo
Los concejos estructuraron la vida tradicional de los pueblos de Omaña.
Sistemas en los que las decisiones se consensuaban entre los vecinos para hacer
frente a las inclemencias de un territorio agreste y duro: aprovechamiento de
pastos y montes; veceras de vacas y bueyes, ovejas, cabras e incluso de yeguas
y burros;
facenderas
para la nieve, caminos, fuentes y un sinfín de tareas que
garantizaban el bien común eran ejecutadas por los vecinos mediante prestaciones
personales, aportando su esfuerzo a la colectividad. Algunos de esos concejos
han desaparecido para integrarse en los Ayuntamientos que ahora estructuran la
vida administrativa de estos valles. La tradición cuenta que el concejo de Omaña,
que agrupaba a gran parte de los pueblos, se reunía en el puente de Aguasmestas;
Paredes, Los Travesales, Los Cilleros, Villamor de Riillo o La Lomba de
Campestedo, han cedido sus pueblos a Murias de Paredes, Riello y Soto y Amío,
los ayuntamientos que junto a Valdesamario y Las Omañas, integran el territorio
que Omaña aporta a Cuatro Valles. Concejos que gozaron de privilegios y liberta-
des ratificados por sucesivos reyes y que la nobleza local procuró burlar; derecho
de la costumbre plasmado en Ordenanzas que dictan normas nacidas de la con-
vivencia y el trabajo; usos y prácticas tutelados por los mayores, trasmitidos de
forma oral en su aplicación cotidiana. Todo era como siempre fue; todo se hacía
y como siempre se hizo…
18.
Villanueva de Omaña