frontera establecida por la
ermita de Pruneda. O distin-
guir sus riberas de las regadas
por el Órbigo, el
ur-biko
(de
dos aguas) de los astures, for-
mado tras la confluencia del
Omaña y el Luna. Los límites
con Omaña están perfilados por la sierra de La Filera y el Alto de La Cañada; la
Collada de Aralla la separa de La Tercia y el valle del Bernesga, mientras que
hacia el norte, la sierra de Cueto Negro marca una linde clara con Asturias.
Son dos bien diferenciados, los ambientes que caracterizan la comarca de
Luna. La zona septentrional es eminentemente montañosa, de valles profundos
y cumbres altivas; de extensos pas-
tos de vocación ganadera y austeros
pueblos de piedra. La meridional,
atemperada por el río, ofrece lomas
y vegas amplias por las que el cauce
traza formas sinuosas; una feraz ribe-
ra ofrece aún el paisaje agrario tra-
dicional, de verdes fincas en la vega
y secanos de cereal entre dehesas de
roble. Los cantos rodados y el ocre
tapial matizan, de forma inconfundi-
ble, la arquitectura popular.
Dos elementos de muy recien-
te aparición, si se tiene en cuenta la
dilatada historia geológica de la co-
marca, definen el actual paisaje de
Luna. Se trata de la autopista AP-
66, que enlaza León con Asturias y
el embalse de Los Barrios de Luna
que, allá por 1957, anegó gran parte
de estos valles y con ellos, varios de
sus pueblos. Como nexo de conexión
de ambas infraestructuras, el puente
Fernández Casado es, posiblemente,
el elemento más reconocido de su
paisaje, un verdadero hito de la inge-
niería civil contemporánea.
Sagüera de Luna
10.
Brañas de Caldas de Luna