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Entorno del puente de Las Palomas. Distribución de los valles del Sil y del Luna.

El puente de Las Palomas

ocupaba una superficie mucho menor que en la actua-

lidad. Por aquel entonces, las cabeceras del río Luna re-

cogían las aguas de los arroyos que circulaban al norte

y oeste de Piedrafita de Babia. Pero diversos procesos

geológicos de gran magnitud provocaron que parte

del occidente de la provincia se hundiese lentamente,

formando la “fosa berciana”, ocupada por la actual co-

marca de El Bierzo. Fue entonces cuando el cauce del

Sil y de sus afluentes cambiaron por completo; al hun-

dirse El Bierzo, el desnivel aumentó y las aguas del Sil,

al circular con más fuerza, incrementaron su capacidad

erosiva, lo que le permitió abrir profundos valles. Pero

este intenso poder erosivo también se vio incremen-

tado en su cabecera, y favoreció lo que los geólogos

denominan “erosión remontante”, es decir, la cabecera

del río fue retrocediendo poco a poco durante millones

de años y ocupando posiciones cada vez más elevadas.

Si a lo largo de este proceso se encontraba con otro río,

capturaba sus aguas y las hacía propias, en detrimento

de la cuenca del río capturado. Era tal

el desnivel que el Sil se vio obligado a

vencer, que tuvo capacidad erosiva

para alcanzar la actual comarca de La-

ciana y, luego, la de Babia.

A la altura del puente de Las Palo-

mas el Sil se encontró con el Luna y, li-

teralmente, lo decapitó, arrebatándole

toda su cabecera, formada por varios

arroyos de la zona, entre ellos el de La

Cueta, que pasó así a convertirse en el

nacimiento del Sil.

Para ojos expertos, la captura flu-

vial del Sil sobre el Luna se hace evi-

dente por dos motivos. Aguas arriba

del puente de Las Palomas aparece un

“codo de captura”, el punto donde el

Sil cambia bruscamente de dirección y coincide con el

lugar donde se topó con el Luna. Además, el río circula

por una profunda hoz que contrasta con el valle de sua-

ve pendiente situado hacia el noreste, que es el antiguo

valle por donde circulaba el Luna antes de la captura.

El río Luna fluía con tranquilidad por un valle de suaves

pendientes. Con estas características, poco podía hacer

para evitar ser captado por un río tan enérgico como el

Sil. Dado que en la actualidad por él no circula río algu-

no, este antiguo tramo del valle del Luna es un “valle

muerto”.

Desde el puente de Las Palomas pueden observarse,

además, los vistosos pliegues que afectan a las calizas

de la Formación Barcaliente, del Carbonífero, que el Sil

ha dejado al descubierto. También se ven varios restos

de morrenas situados a unos 500 metros hacia el este

del puente, originadas tras la intensa actividad glaciar

que soportaron estas tierras hace más de 35.000 años.

Evolución de las cuencas de los ríos Sil y Luna desde el hundimiento

de la “fosa berciana”.

1. hace unos 20 millones de años, cuando tuvo lugar el hundimiento,

el Sil era un río de modesto tamaño y el Luna se extendía hacia

occidente mucho más que en la actualidad; 2. hace unos 2 millones

de años, el Sil ya había arrebatado su cabecera original al Luna

(el giro brusco de su cauce es el punto de captura, situado en

las proximidades de Villablino); 3. en la situación actual, el Sil ha

sustraído al Luna afluentes que, tras otras capturas previas, habían

pasado a ser su cabecera. Así, el actual nacimiento del Sil se ubica

en el valle de La Cueta.

Ubicación actual del puente de las Palomas.