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BAB I A

R

epartida entre los municipios de Cabri-

llanes y San Emiliano, Babia es una de las

comarcas leonesas de mayor raigambre. Destino

estival de los grandes rebaños trashumantes, sus

extensos pastos han sido, durante centurias, uno

de sus principales atractivos y, por supuesto, una

de sus principales fuentes de riqueza. Pero estos

pastos no hubieran tintado Babia de verde, de no

haber sido por la conjunción de distintos factores,

como una meteorología favorable y unos suelos

idóneos. Así, la geología ha jugado un papel rele-

vante en la configuración de las extensas praderías

babianas; gracias a la presencia de determinadas

rocas y a su alteración, se han formado suelos ri-

cos en nutrientes, característicos de toda la comar-

ca. También, la naturaleza de las rocas y el modo

en que se organizan, han garantizado la presencia

de fuentes activas durante todo el verano, lo que

prolonga la frescura de los pastos.

Babia es una comarca de grandes contrastes.

Sus amplios valles abiertos, de relieves suaves,

alternan con las grandes cumbres rocosas y escar-

padas, muchas de ellas de más de 2.000 metros,

que coronan este sector occidental de la cordille-

ra Cantábrica en su vertiente leonesa.

Los macizos de Ubiña y de los Picos Albos

conforman dos imponentes complejos calcáreos

que resultan visibles desde buena parte de la co-

marca y sus aledaños. Sus entrañas, y las de otros

macizos montañosos babianos, están recorridas

por un sinfín de cuevas y simas que se entrecruzan

una y otra vez, para dar vida y dinamismo a un

subsuelo que, visto desde fuera, se antoja inerte;

surgen así pequeños universos donde la geología

expresa toda su creatividad: moldea afiladas esta-

lactitas, suaves estalagmitas, esbeltas columnas y

un largo listado de espeleotemas que hacen las

delicias de los aficionados a la espeleología.

A la sombra de estos macizos se encauzan los

numerosos manantiales y regatos que terminan

por dar vida a los dos ríos que avenan este territo-

rio, el Luna y el Sil. El Luna avanza tranquilo por un

valle abierto, sin grandes pendientes; pero el Sil,

que tiene sus fuentes en los puertos más altos del

valle de La Cueta, salva importantes desniveles y,

desde muy temprano, muestra su carácter enér-

Babia, dominio de la caliza.

El lago Txao, una de las muchas lagunas

de la comarca. Riolago de Babia,.

Puertos de la Casa de Mieres. Pinos.