Background Image
Previous Page  32 / 84 Next Page
Basic version Information
Show Menu
Previous Page 32 / 84 Next Page
Page Background

32.

Nutria

Mudas de

gusarapas

Mosca de Mayo

que deja en las piedras cuando come, alguna

vez sus inconfundibles huellas sobre

la arena, o la vegeta-

ción ribereña

ap l as t ada

en

las

zonas de

juego.

P e r o

nutrias y

truchas, así

como otros preda-

dores como la garza real o las culebras de agua no prosperarían sin

la existencia de otras muchas formas vivas en el agua que, en su mayoría,

pasan desapercibidas a los poco observadores. La comunidad de invertebrados

es muy variada y cambia en los distintos tramos del río, en función de las con-

diciones del agua, su temperatura, la cantidad de oxígeno o de materia orgánica

disuelta. La adaptación a estas condiciones variables es tan precisa para algunos

de estos seres, que grupos como los tricópteros (maravallos), los efemerópteros

(efémeras y gusarapines), algunos coleópteros (escarabajos acuáticos) o los odo-

natos (libélulas y caballitos del diablo), que tienen sus larvas acuáticas y sedenta-

rias aunque los adultos sean voladores, están considerados como indicadores de

calidad del agua.

Especiales adaptaciones tienen también las plantas acuáticas. Vivir en el

agua no resulta sencillo; para soportar la corriente, algunas de ellas como

las ocas (ranúnculos) desarrollan raí-

ces largas y flexibles, así como

tallos y hojas filiformes, que

lejos de ofrecer resistencia

a la corriente, se mecen

con ella. En primave-

ra, cuando florecen

sobre el cauce, el

Omaña resulta todo

un espectáculo. Con

sus raíces literal-

mente encharcadas,

aunque desarrollán-

dose junto al cauce,

proliferan alisos y sau-

ces, cuyas ramas, de gran

flexibilidad, se extienden