le confinó de por vida en una mazmorra del castillo de Luna. De su relación
nació un niño, Bernardo del Carpio quien, educado por su tío y a pesar de su
valor, demostrado con arrojo en Roncesvalles, nunca consiguió, a pesar de sus
reiterados intentos, liberar a su padre de tan trágico destino.
Aunque el origen del castillo de Luna no se puede precisar con exactitud,
es en época de Alfonso III el Magno, cuando la construcción defensiva que
ya existiera en ese lugar se fortifica y afianza, convirtiéndose en el principal
baluarte defensivo contra la ofensiva musulmana. Situado sobre el farallón ro-
coso que custodiaba el cauce del río Luna, la importancia estratégica de esta
fortaleza, fue indudable. Se sabe que era el castillo mejor protegido del reino y,
al mando de un tenente, custodió durante lustros el tesoro real.
13.
Los Barrios de Luna
Restos del Castillo