Background Image
Previous Page  60 / 139 Next Page
Basic version Information
Show Menu
Previous Page 60 / 139 Next Page
Page Background

51.

Hayedo de valporquero

Bosque de hayas del valle del TorÌo

Comarca:

Torío

Municipio:

Vegacervera

Mapa 1:25.000, hoja 103-IV (La Pola de Gordón)

Accesos:

La mejor forma de

acceder al hayedo es desde el

aparcamiento que existe a la

entrada de la Cueva de

Valporquero. Desde ese punto

se retroccede a pie por la

carretera en dirección al pue-

blo de Valporquero. A unos

150 metros, sale un camino a

la derecha que se interna en el

hayedo y asciende para terminar en los pastizales que culminan las

hoces de Vegacervera.

El hayedo de Valporquero viene a completar uno de

los paisajes más espectaculares de toda la Cordillera

Cantábrica, como es la presencia en este tramo del Torío de las

Hoces de Vegacervera y de la Cueva de Valporquero. Este

pequeño hayedo es uno de los mejores ejemplos de los bosques

de umbría en los tramos medios y altos de los ríos de León.

Los hayedos son los bosques más característicos de la

conocida como Iberia húmeda. Se trata de masas forestales en

las que la dominancia del haya es prácticamente total: no sólo

predomina en el estrato arbóreo, sino que impide el crecimien-

to de otras especies en estratos inferiores, es decir de arbustos y

plantas herbáceas en el sotobosque.

El hayedo de Valporquero presenta una serie de pecu-

liaridades que le diferencian de otros hayedos de Centroeuropa

e incluso de la Cordillera Cantábrica. Una de las cuestiones más

llamativas es su situación en estas montañas, ya que únicamen-

te se encuentran en las laderas orientadas al norte, debido a que

en condiciones de escasa luminosidad, no existe ninguna otra

especie arbórea capaz de competir con el haya. Además, se evi-

tan problemas de pérdida de agua, a los que son especialmente

sensibles. La situación de Valporquero, en una de las zonas de

mayor actividad kárstica de la Cordillera influye también en la

estructura del hayedo. Así, existen algunas formaciones propias

del karst como las dolinas, pequeñas depresiones del terreno

por las que penetra el agua, que impiden la formación de sue-

los profundos, limitando el crecimiento del arbolado, por lo que

aparecen pequeños claros con pastizales y arbustos como los